GESTOS DE FRATERNIDAD

En este mes de la patria podemos reflexionar sobre nuestro aporte para la construcción de un Chile mejor. Una reflexión que nos viene insinuada desde la Psicología. Esta ciencia es muy preocupada del desarrollo personal, del desarrollo integral de cada hombre y mujer; habla de un desarrollo que conduce a la felicidad personal y social. Un desarrollo así no espera a que los políticos y dirigentes sociales emprendan la construcción de la sociedad; un desarrollo así empieza por la construcción de uno mismo, de su propia persona. Toda persona responsable, lo primero que hace, lejos de cruzarse de brazos, es poner la mano en el arado para colaborar en el trazado del surco donde vendrá la siembra.

Soy un convencido de que si cada uno de nosotros nos convertimos en mejores personas, Chile será más “dulce patria”, sociedad más justa y equitativa. Es cierto quizá, que tú y yo no podemos hacer grandes cosas ni cambiar la realidad de Chile de la noche a la mañana, pero lo que también es cierto es que lo que tú y yo no hagamos se quedará sin hacer. Tu aporte y el mío puede ser que no signifique más que una gotita en el océano, pero sin esa gotita el océano tendrá menos agua.

Creo mucho en la amabilidad de las personas y cómo las personas con nuestros gestos fraternos y amables podemos hacer milagros, podemos hacer el milagro de crear un mejor ambiente donde podamos vivir y movernos más a gusto. Nos quejamos de que existe a nuestro alrededor demasiada violencia y agresividad, ¿por qué no empezar a ser yo persona más tierna y acogedora? Créeme que también así se puede empezar a hacer patria. Bien sabes, amigo lector y amiga lectora, todo el bien que se puede hacer con una sonrisa salida del alma, con un buen trato a la persona que pasa a tu lado o a la que atiendes en tu oficina, en tu trabajo. Yo creo en la bondad de las personas, y creo que muchas personas todavía no han explotado del todo la bondad que anida en ellas.

Cierto, no soy ningún enajenado mental que desconoce la realidad en la que nos movemos. Bien sé que estamos rodeados de violencia, asaltos, egoísmos de todo tipo, negocios sucios, etc. Pero también sé que estamos llamados a construir un mundo nuevo donde reine mayor justicia, equidad y fraternidad. Me atrevo a pensar que el mes de la patria nos llama a eso. Por eso, desde estas sencillas líneas me atrevo a proponer que cada uno se pregunte a sí mismo algo así como: ¿qué he hecho yo o qué hago yo para que en el ambiente en que me muevo se viva una realidad más grata? Hay mucha gente que vive así, dando lo mejor de sí mismos día a día, pero no son noticia. No importa; lo importante es que haya personas así, y que tú y yo seamos una de ellas.

Construir una sociedad más justa, grata y vivible, empieza cuando en vez de tirar piedras al tejado ajeno comienzo por arreglar las goteras del mío. El egoísmo parte en retirada cuando yo mismo inicio actitudes de solidaridad sincera y voy creando conciencia de que además de la caridad existe la justicia, lo cual quiere decir que en un país donde hay mucho dinero, donde hay mucha riqueza, donde hay importantes ingresos, tiene que haber también una importante distribución equitativa de dichos ingresos. Esta justicia distributiva es necesaria para que todos los hombres y mujeres de Chile puedan vivir de acuerdo a las exigencias de su dignidad humana. Por eso importa, que cada uno, ahí donde sea que se encuentre, aporte con su manera de ser y vivir lo mejor de sí mismo hasta que se desarrolle la gran conciencia social que cambiará la cara de Chile. Entonces será un Chile más bonito todavía. Felices fiestas.

Para Tejemedios escribió:
JOSÉ LUIS YSERN DE ARCE
SACERDOTE. DOCTOR EN PSICOLOGÍA